Pascual Calabuig Porcal (15 de octubre de 1924, Cabañal de Valencia) ha fallecido esta tarde a las edad de 95 años. Insignia de oro y brillantes de la UD Las Palmas, su carrera profesional estuvo siempre ligada al equipo amarillo, al que siguió incansablemente desde sus inicios. Y así lo hizo hasta el final. Pascual Calabuig asistió al último partido que la UD Las Palmas disputó ante el Málaga CF el pasado 28 de febrero en el Estadio Gran Canaria.
Calabuig comentó el primer partido de Liga de la UD Las Palmas en Primera División (UD, 1 Real Madrid, 4), disputado el 9 de septiembre de 1951. Durante 23 años fue locutor y redactor de TVE. También realizó las crónicas de los partidos para Carrusel Deportivo en la Cadena Ser, Tablero Deportivo y Radio Gaceta de los Deportes en RNE.
A continuación reproducimos un texto (incluye una entrevista) sobre Pascual Calabuig escrito en 2014 por Antonio de Armas, consejero e historiador de la UD Las Palmas:
Entre las contadas figuras periodísticas que escriben en Gran Canaria desde antes de la fundación de la UD Las Palmas se encuentra Pascual Calabuig Porcal. Este valenciano de nacimiento y canario de adopción ha llegado a ocupar no sólo un importante hueco en los medios radiofónicos, Prensa y TV, sino también en el corazón de todos los aficionados canarios.
Su estilo muy particular y su facilidad de expresión, transmitiendo sentimientos y sensaciones aún son recordados por los más viejos seguidores, y por los hijos de éstos, a quienes pasaron el testimonio de aquellos históricos y emocionantes momentos en que Canarias, a través de la UD Las Palmas, se incorporó brillantemente al fútbol nacional.
Carnet de socio numerario del Club Peña Ateneo Los Amigos (PALA). Nº 1563.
Desde su tribuna crítica, transmisiones y comentarios, llevando siempre la palabra de aliento y estímulo y fortaleciendo el espíritu de combate y superación de las generaciones que vivieron esos años de su labor informativa por la radio, más aún todavía, cuando en 1964 introdujo también, junto a la palabra, su propia imagen en cada hogar de las islas durante sus veintitrés años de locutor y redactor de TVE.
En su dilatada trayectoria como locutor, contó como nadie las grandes gestas de nuestro equipo representativo, circunstancia que le reportaría una gran popularidad. El enorme don de su verbo enjuiciando y enalteciendo los logros de nuestro venerado club no quedaba solamente en las islas, pues servía también para los canarios residentes en la península a través de su titularidad informativa de Carrusel Deportivo de la Ser, primero, y después en Tablero Deportivo y Gaceta de los Deportes en Radio Nacional de España.
El redactor deportivo Pascual Calabuig en compañía de los hermanos Junco cubriendo la información del equipo amarillo en el Estadio Insular.
En este apartado sobre la historia de la UD Las Palmas sería imperdonable no incluirle como uno de los pilares fundacionales que ayudaron a consolidar con su difusión, nuestra querida institución.
De origen valenciano, en tiempos en que las islas quedaban muy distantes, decide Vd. recalar en Gran Canaria. ¿Cómo transcurrieron sus primeros años en la región levantina y qué circunstancia le hizo tomar tal decisión?
- Nací el 15 de octubre de 1924 en Cabañal de Valencia, uno de los poblados marítimos junto al puerto y la playa. Mi padre, D. Jaime Calabuig Burguete, desde muy temprana edad me inculcó su gran pasión por el fútbol llevándome al campo del Camino Hondo que era propiedad del Levante. Recuerdo que por aquellas fechas jugaba en este equipo Sinforiano, leyenda viva del RC Victoria. Vivía tan cerca de la playa y había tantos solares que en cualquier parte organizábamos un partido de fútbol, teniendo desde muy pequeño gran velocidad y destreza con el balón.
Sinforiano.
El popular locutor en compañía del Sr. Aguiar y el interior argentino en las filas del Real Madrid Roque Olsen, durante una entrevista para la emisora Radio Las Palmas.
Al estallar la contienda civil nos trasladamos al Machistre y otras localidades próximas, tratando de huir de los bombardeos que constantemente asolaban la región.
Al finalizar la guerra fallece mi madre y tengo que abandonar el colegio para ayudar a mi familia. Contaba sólo con 15 años de edad y aquella circunstancia representó un duro golpe para mi innata vocación a los estudios y mis inclinaciones literarias. La vida se presentaba muy amarga y dura, viéndome obligado a realizar trabajos como albañil, camarero, cordelero, etc… Era tanta mi afición a la lectura que el poco dinero que me sobraba lo invertía en comprar libros haciéndome con una pequeña biblioteca de bolsillo.
En una concentración de nuestro equipo en el Hotel Cairasco cambiando impresiones con el guardameta Pepín.
En aquellos tiempos adquirieron gran auge y popularidad las novelas por entrega de un semanario. Dado que muchas de las personas de aquel barrio marinero no sabían leer ni escribir me eligieron como lector de aquellas novelas transmitiendo con énfasis y gran emoción la caracterización de cada personaje. A cada uno trataba de darle su propia entonación creando un ambiente de expectación en los concurrentes.
En el año 43 soy llamado a filas siendo destinado a San Fernando, cuartel de marina. Se daba la circunstancia de que mi hermano Jaime se había incorporado al Servicio Militar tres meses antes y le había correspondido Canarias, solicitando mi traslado a las islas.
Pascual Calabuig en unión de los jugadores del Atlético de Bilbao Zarra, Panizo, Venancio y Nando una mañana de domingo a la salida del Hotel Parque en dirección a la Iglesia de San Telmo para asistir a misa.
Llega Vd. muy joven a la isla incorporándose a la Comandancia General de Marina ¿Cómo toma Pascual Calabuig contacto con los medios de difusión?
- Arribé en la isla de Gran Canaria en marzo del 44 siendo destinado al cañonero Lauria y de allí a la Comandancia General en la Plaza de la Feria que estaba junto al mar.
Comandancia de Marina de Las Palmas de Gran Canaria.
Como no tenía apenas estudios dada la situación que me había tocado vivir en valencia y las necesidades familiares, recuerdo que en La Marina me pasaba el día estudiando. Para paliar en parte mi vocación de escritor comencé a mandar pequeñas cartas al periódico Falange de donde guardo emocionado recuerdo para Vicente Martínez, Paco García Torres y el Director Ignacio Quintana.
El periodista del periódico "Falange" Vicente Martínez.
Al mismo tiempo escribía una novelita todas las semanas a Juan Alberto Monzón en Radio Las Palmas que tenía un cuadro de actores que la interpretaba, teniendo un rotundo éxito.
Pascual Calabuig es entrevistado por el joven defensa murciano Marcial para una sección del boletín informativo de Ramón Mariño Mirazo, "Moncho", denominada el entrevistador entrevistado.
Pasados estos años iniciales y una vez cumplido el Servicio Militar dirige Vd. sus pasos hacia el periodismo deportivo.
- Cuando me licencié de la marina en el año 47 yo no tenía trabajo. Meses antes había decidido presentarme a oposiciones para Secretario de Parques y Talleres del Ejército en la calle Pelayo de Guanarteme, siendo el único opositor aprobado. Echando en suerte si volver a Valencia o quedarme en la isla donde tantos y tan buenos amigos había hecho, decidí quedarme.
A pié de campo con el gran locutor José Verdú durante una retransmisión deportiva en el legendario Estadio Insular.
Empecé con un sueldo mínimo y viviendo con muchas estrecheces. Primeramente me hospedé en una habitación que encontré, ubicada en el Risco de San Nicolás detrás del viejo Cine Hollywood, luego denominado Avenida.
Cine Hollywood, con posterioridad Avenida.
De allí pasé a una pensión situada en lo alto de de los Almacenes Lantigua, al lado del Teatro Pérez Galdós para trasladarme finalmente al Barrio de Las Alcaravaneras donde senté raíces. Allí alquilé un cuarto en la azotea de una casa habitada por la familia Padilla Pineda. Esta última ubicación era la más cercana a mi trabajo, que alcanzaba a pié después de una caminata sobre las dunas de arena que arrancaban de lo que después sería el Estadio Insular, hasta Guanarteme desembocando en la calle Pelayo donde estaba, como referencia, la fábrica de cigarrillos "El Avión" y las entonces famosas "40 Casas", bloque de viviendas donde nacieron los hermanos futbolistas de la UD Las Palmas, Manolín y Tatono.
Los críticos deportivos Antonio Lemus, Martín Moreno, Andrés Ruiz y Miguel Jiménez Marrero son entrevistados para los micrófonos de Radio Las Palmas por Pascual Calabuig.
Antes de tomar responsabilidades directas en la información, entré a colaborar en los desaparecidos semanarios deportivos, Palestra y Canarias Deportiva. En este último figuraban como redactores Antonio Ayala y Martín Moreno. Allí escribiría, poco antes del primer ascenso de nuestro equipo, un artículo justificando el nacimiento de la UD las Palmas titulado. "Por qué ha sido así", que era un preludio de lo que iba a representar la grandeza de nuestro club. También recuerdo con especial cariño "Sin más título que el adiós", artículo que escribí cuando murió el primer jugador amarillo en activo Antonio Vieira, cuyo entierro fue multitudinario.
Nota de la UD Las Palmas, presentando excusas al redactor deportivo Pascual Calabuig por el comportamiento de su jugador Rosendo Hernández motivado por un incidente que había tenido lugar en el Estadio Insular.
¿Cuándo ingresa Vd. en Radio Las Palmas?
- En el año 50 vino Ignacio Hilario De la Mota como jefe de programación a Radio Las Palmas. Esta emisora situada en la calle Triana había tenido como locutor deportivo al popular y entrañable Florencio Bethencourt apodado con el sobrenombre de Juan Gol, y estaban buscando un sustituto para su programación deportiva.
El Sr. De la Mota me llama para hacerme una prueba ya que según sus propias palabras le habían impactado mis artículos y mis breves apariciones en la radio. A la hora de leer siempre procuré vocalizar con propiedad, cuidar la dicción y entonación y sobre todo hacer énfasis en la puntuación y exclamación. Después de pasar la prueba con relativa facilidad debuté en una charla prepartido que iba a tener lugar en nuestra primera confrontación liguera contra el Real Madrid en Primera División el 9 de septiembre de 1951.
Carta de la entidad amarilla solicitando la debida autorización para retransmitir la radiación del encuentro entre el club isleño y el FC Barcelona a través de la emisora Radio Las Palmas en la voz de su locutor deportivo Pascual Calabuig.
Después de transmitir la radiación de aquel mítico partido Pascual Calabuig se encumbra de forma meteórica hacia la fama. Su particular visión de hacer radio constituía un cambio de estilo y forma de enfocar los problemas con un gran humor y picardía, que le granjearía una enorme popularidad.
- El aficionado canario comenzaba a disfrutar de las primeras retransmisiones desde la isla. Para oírlas, cientos de personas se agrupaban en plazas donde preparaban altavoces para el evento. Otros, las escuchaban desde sus propios hogares donde mi voz se hizo muy familiar.
Carta de la UD Las Palmas firmada por su presidente D. Eufemiano Fuentes en agradecimiento a la labor realizada por el locutor deportivo Pascual Calabuig.
Su fama fue adquiriendo mayor auge día a día y su presencia despertaba gran expectación en todos los lugares donde actuaba. Tan importante como inolvidable fue aquella época para Pascual Calabuig.
Teniendo en cuenta su gran éxito y popularidad en Radio Las Palmas causó enorme impacto y extrañeza su repentina decisión de abandonar dicha emisora para incorporarse a Radio Atlántico…
- Yo había estado trabajando de forma ininterrumpida durante varios años y necesitaba urgentemente un descanso. En mi segunda temporada en la radio tenía una charla diaria al mediodía y también me había presentado a otra oposición a Maestranza de Marina que alternaba con Parque y Talleres y mi trabajo en las ondas. Cuando llegó el momento de mis vacaciones decidí ir a valencia a ver a mi familia y regresar el día diez de septiembre. El director de la emisora D. Pedro Pastor Segura me hizo saber que debía estar de vuelta el día primero para incorporarme al trabajo o se veía forzado a cesarme en mis funciones. Aunque comprendía las razones de programación del Sr. Pastor entendía que me asistía la razón y no me dejé convencer.
Por aquel entonces comenzaba a gestarse Radio Atlántico y su director D. José García, que era procurador en cortes, me hizo una buena propuesta. El Sr. Pastor Segura, al enterarse, se trasladó a Valencia donde yo disfrutaba de mis vacaciones, hospedándose en el Náutico. Una vez allí intentó convencerme de mi error en firmar con la nueva emisora y reconsideró su postura sobre la fecha límite de mis vacaciones. Cuando bajaba las escaleras del barco Villa de Madrid aquel 10 de septiembre de 1953 me encontré con los directivos José Julio Quevedo y el locutor Tomás García, quienes me introducirían en un taxi que me llevaría a mi nuevo destino: Radio Atlántico. Después de una entrevista para la radio me ofrecen la Jefatura de Deportes pasando de ganar 150 pesetas a cobrar un sueldo de 1000 pesetas mensuales ¡Todo un dineral para la época!
Villa de Madrid.
Carta del locutor deportivo de Radio Las Palmas Pascual Calabuig, dirigida a los rectores del club amarillo puntualizando sobre las cifras de la deuda contraída por la entidad y el motivo de sus manifestaciones.
A mediados de los años cincuenta se hace tremendamente popular en toda la isla la frase ¡Pues no faltaba más, buenas tardes! con que Vd. terminaba su charla radiofónica. ¿Cuál fue el origen de la misma?
- Yo siempre he tratado de captar la atención del oyente; estimular su capacidad de sorpresa. La gradación ascendente había venido antes con una aseveración tajante y fuerte. Era entonces cuando empleaba aquello de ¡Pues no faltaba más, buenas tardes! Aquella admiración se hacía para darle un mayor énfasis. Cayó tan bien esta afirmación en los radioyentes que la central quedó completamente bloqueada de llamadas. Al no poder competir con nuestra emisora Pedro Pastor Segura, director de Radio Las Palmas, se vio obligado a traer otro locutor deportivo. Un excelente profesional que había venido de Jerez y se llamaba José María Ayaso.
José María Ayaso.
Es obligado significar que en lugar de ser un competidor se convirtió en uno de mis mejores amigos. Sentía hacia él un profundo respeto y reconocimiento y nuestra sincera y leal amistad duraría hasta su fallecimiento. José María Ayaso dada su gran fluidez léxica era un excelente comunicador. Había llegado a la isla de Gran Canaria en la temporada 1953/54 y desde un primer momento se supo ganar la admiración de todos los canarios.
Teníamos muchas afinidades deportivas y artísticas e incluso solíamos almorzar juntos en el Bar "Las Tres Palmas" que estaba situado en la calle Bravo Murillo y era propiedad del padre de D. Miguel Bravo de Laguna, en la actualidad Presidente del Cabildo. ¡Cómo cambian las cosas!
Locutores de la profesionalidad y calidad humana de José María Ayaso ocupan un lugar preponderante en la historia de la radiodifusión canaria.
Edificio de la Delegación de Sindicatos donde comenzaría la emisora sindical Radio Atlántico.
Retrotrayéndonos en el tiempo se comenta que desde que llegó a la isla en 1944 formó Vd. en equipos regionales como jugador y directivo…
- Efectivamente, Ramón Mariño Mirazo (Moncho) a la sazón Sargento de Infantería de Marina era quien se encargaba de formar el equipo de fútbol de La Marina de Guerra Española que se enfrentaba a buques de la armada extranjera. Los partidos se jugaban en el Pepe Gonçalves, cuartel general del Real Club Victoria. Viéndome jugar en sus encuentros, me requirieron directivos del Iberia del Risco y posteriormente del Unión Betis de La Isleta.
Ramón Mariño Mirazo (Moncho).
Así pues, mi intrusión en el fútbol isleño no fue como periodista sino como jugador, dentro de la modestia de los clubes llamados adheridos de entonces. También como componente de la Directiva de uno de los equipos de gran solera en la isla como era el Santa Catalina por el que pasaron tantos y tan buenos futbolistas de la época como Silva, Mujica, Hernández Juanono…
Equipo del Santa Catalina. Re izquierda a derechs, de pié: Acevedo, Archa,Monza, Lobito Negro, Castillo, Semín Juanono, Acosta y Juanito (Secretario).
Agachados: Milito, Antonio (Platero), Matías, Chopa y Pepe El Mocosit.
¿Cómo fueron sus relaciones con la UD Las Palmas?
- La sede social amarilla era como mi propia casa. Yo siempre he tenido un trato respetuoso con los mandatarios de la entidad porque soy consciente de la dificultad que representa dirigir un club. Ello no ha sido óbice para que en algunos momentos haya tenido que censurar determinado tipo de actitudes o comportamientos. Recuerdo en los inicios algunos "chispazos" con D. Antonio Mesa, abogado de profesión y muy inflexible en sus criterios. Pero en líneas generales, el club siempre tuvo con mi persona un trato excelente. Un detalle significativo era un viaje de regalo todos los años acompañando al club. Igualmente, en las fiestas navideñas me obsequiaban con una maravillosa cesta que enviaban a mi propia casa.
En la imagen, Pascual Calabuig en la actualidad posando para la cámara a las puertas de donde estaba ubicado el semanario "Canarias Deportiva".
Hay quien se permitía decir que Pascual Calabuig tuvo la suerte de aparecer en una época en la que no había nadie para competir pero los que han seguido su trayectoria a través del tiempo, han podido comprobar que este ángulo ha correspondido a quien aglutina quizás la mayor simpatía y respeto entre el pueblo llano, un reconocimiento ganado a pulso en todos los medios de difusión, incluyendo el de TVE de la que es pionero y con la que llevó las imágenes de nuestro equipo a la atención nacional.
Según se recoge en el libro de actas la UD las Palmas invita por unanimidad al locutor deportivo Pascual Calabuig a la radiación del partido frente al Mestalla a celebrar en Valencia en agradecimiento a su encomiable y eficiente labor en beneficio de nuestro equipo representativo.
Él mismo dice que no vino a Gran Canaria como profesional en 1951 a enseñar nada sino que vino en 1944 como marinero, a cumplir sus obligaciones con la patria y aquí entre el pueblo canario aprendió y se curtió. Por eso el nombre de Pascual Calabuig está intrínsecamente unido a las primeras hazañas de nuestro club, hazañas que rayan en lo sublime y que sólo él, como auténtico juglar de la realidad, pudo transmitir con especial emoción, afecto y devoción.
¡Pues no faltaba más!