Los futbolistas de García Pimienta pusieron corazón para atravesar una difícil tarde y ante un rival que exigió incansable batalla durante los casi 100 minutos de juego. 24.070 aficionados animaron en las gradas a sus jugadores, que siguen en la pugna por el ascenso a falta de cinco encuentros para la conclusión de la fase regular.
El comienzo del encuentro frente al Levante resultó inquietante. Las Palmas, con renovaciones en el once con ausencias señaladas de Sidnei y Viera, salió al escenario con la vocación de asumir el protagonismo en el juego. Los amarillos buscaban sus caminos en dirección a la portería de la Grada Naciente, con un rival que obstaculizaba las maniobras y llevó varios mensajes peligrosos al área local.
En dos ocasiones el delantero Cantero pudo adelantar a su equipo con dos remates que se fueron muy cerca de los postes de Álvaro Valles. Las dos oportunidades se generaron con rupturas del fuera de juego y carreras hacia el área amarilla, aunque no con la precisión en el remate.
Los primeros intentos de Las Palmas fueron de Pejiño y Moleiro, aunque a los 20 minutos de juego Marc Cardona reclamó al colegiado una infracción defensiva en el área valenciana, al caer junto a su par cuando ya se encontraba en el punto de penalti dispuesto a disparar. No hubo decisión sobre la falta reclamada.
Instantes antes, García Pimienta había tenido que mover el banquillo porque Eric Curbelo solicitaba su zaguero por lesión. El zaguero, que volvía al once, dejó su puesto a Álex Suárez para reconstruir la última línea de retaguardia.
La inquietud inicial se fue diluyendo con el paso de los minutos. El partido ya tenía brochazos del plan previsto por los jugadores de García Pimienta, aunque no lograban resolver el hermetismo defensivo de su rival. Los remates de los atacantes amarillos no eran limpios, porque la defensa granota lograba rechazarla antes de que interviniera su portero o llegara el buscado gol local.
De nuevo Marc Cardona disfrutó de la mejor opción isleña al recibir en el punto de penalti un excelente pase de Sandro. El ariete tuvo dificultad en controlar el cuero y dio tiempo para que los defensas volvieran a rechazar el intento.
El segundo periodo comenzó con un nuevo susto, cuando Iborra remató de cabeza fuera una falta lateral colgada por su compañero Campaña. En realidad, se estaba redactando un periodo similar al anterior, con el peso del encuentro para la UD Las Palmas y fuerte contención del equipo adversario.
La aparición en el partido de Álvaro Jiménez ofreció mayor simetría en los avances grancanarios. Entre el cordobés, Sandro y Moleiro fabricaron los mejores avances de una segunda parte donde no cambió el destino del 0-0, como más justo reparto de puntos.
