La UD Las Palmas celebró con todos los honores su triunfo 1-0 sobre el Granada, en una tarde que tuvo la magia del gol de Kirian Rodríguez en el minuto 91 y cuando el equipo amarillo estaba en inferioridad numérica. El magnífico tanto del futbolista tinerfeño supone una inyección anímica para el conjunto amarillo, que se vació en el campo para superar todo tipo de adversidades, especialmente tras la expulsión de Mika Mármol.
Y fue la tarde en la que Cristian Herrera debutó como profesional del equipo grancanario, el club donde se formó. Salió unos minutos antes del final y pudo celebrar con sus compañeros el gran tanto que revive la esperanza para luchar por la permanencia
La salida de la UD Las Palmas fue vertical, en la búsqueda de esa diana que iluminara su esperanza en el partido. Para ello, García Pimienta modificó algo su modelo de las últimas jornadas, con la novedad de la inclusión de Maxi Perrone en el centro del campo, la ubicación de Viera y Pejiño en las bandas y la posición de Munir como hombre más avanzado.
En pocos minutos llegaron los primeros intentos, a través del mencionado Munir. Y también el primer gol anulado al ariete amarillo, que zarpó en posición adelantada tras un pase profundo. Munir cruzó el balón ante André, pero el banderín en alto cortó la alegría inicial.
Las Palmas había cogido pronto la medida al partido y obligaba al Granada a realizar un trabajo defensivo para tapar las incursiones isleñas. En el minuto 21 Munir volvió a colocar el balón en el fondo de la portería nazarí. Esta vez, por precisión milimétrica, el colegiado y la Sala VAR volvieron a anular el tanto del marroquí.
Con el paso de los minutos, el Granada también avanzó metros. Y generó su mejor aproximación a la media hora en una contra que logró cortar en última instancia Julián Araujo. El mexicano realizó su cobertura para desviar el balón a córner cuando ya estaba con el gatillo preparado un atacante rival.
Antes del descanso llegó una noticia preocupante para el banquillo local. Porque tres de sus cuatro zagueros (Araujo, Mármol y Sergi Cardona) habían recibido cartulina amarilla, con el riesgo que ello suponía en un partido con tanto riesgo defensivo.
Ese dato se convirtió en un problema en la segunda parte, porque Mika Mármol acabó expulsado por doble amonestación a los 57 minutos. Antes, el colegiado había señalado un penalti en el área canaria, aunque tuvo que rectificar su decisión a instancias de la Sala VAR. De Burgos comprobó en la pantalla a pie de campo que la infracción inicial no era tal.
Todo parecía colocarse en contra. Las Palmas puso garra para compensar su compleja situación y pudo ponerse por delante en el marcador a los 74 minutos, con dos protagonistas que habían iniciado el choque en el banquillo. Marvin Park colocó un excelente balón en el área y el remate de cabeza de Sory Kaba no encontró la dirección correcta de la portería. Un remate de Sergi Cardona también lo sacaba el portero André, con buenos reflejos.
A pesar de actuar con diez futbolistas, los amarillos no perdieron la ilusión de la victoria. Y esta se consolidó en el minuto 91 cuando Kirian Rodríguez, con su pierna izquierda, envió un misil a la escuadra de la portería de la Grada Naciente. La explosión de alegría en el campo, en el banquillo y en los graderíos del recinto insular estaba justificada.